Sabores de Grecia para llevarte a casa

Volver de Grecia sin traer un trocito de su cocina es como olvidar el último beso del verano. Para quienes no se conforman con fotos, aquí van algunos tesoros comestibles que viajan bien y saben aún mejor.

Aceite de oliva virgen extra,
Lo llaman “oro líquido” por una razón. Hay botellas pequeñas ideales para llevar en la maleta, con un sabor afrutado y profundo que transforma cualquier ensalada en un viaje al Egeo.

Aceitunas de Kalamata
Con ese color oscuro, piel firme y sabor intenso, las aceitunas griegas son casi una religión. Vienen envasadas al vacío o en tarros pequeños, perfectas para un aperitivo en casa que sabe a verano.

Miel de tomillo o pino
No es una miel cualquiera. Es espesa, perfumada y con un toque casi salvaje. Ideal para desayunos, yogures o incluso para acompañar quesos curados.

Dulces en almíbar (glyka tou koutaliou)
Tarros llenos de tradición: higos, cerezas o cáscara de naranja en almíbar, pensados para ofrecer a los invitados con una cucharita. Dulces, delicados y con sabor a casa de yaya.

Café griego y su briki
Para quienes disfrutan de los rituales, el café griego no es solo café: es tiempo, espuma y conversación lenta. Se lleva junto al pequeño cazo metálico y un poco de práctica.

Mezclas de especias para cocinar en casa
Con una cucharadita puedes convertir unas verduras o una carne al horno en un plato lleno de aromas. Algunas mezclas incluso huelen a taberna griega en plena tarde de agosto.

Té de montaña (tsai tou vounou)
Una infusión silvestre, sin cafeína, que reconforta como una manta en invierno. Tiene un punto herbal, casi mentolado, muy diferente a lo que solemos tomar aquí.

Mermeladas y cremas de frutos secos
Mermeladas de higo o naranja amarga, cremas de pistacho o almendra… productos delicados, con una estética cuidada, que son regalos perfectos (si consigues no quedártelos).

Quesos griegos curados
Desde el
feta hasta variedades más desconocidas como el graviera o mizithra. Algunos aguantan bien en frío unas horas, y puedes encontrarlos envasados al vacío.

Licores tradicionales
El
ouzo no necesita presentación, pero no es el único. El mastiha tiene un toque herbal único y el tsipouro calienta el alma como una buena charla entre amigos.

Un consejo antes de hacer la maleta

Piensa en formatos pequeños, resistentes y que no derramen. Los productos griegos tienen alma, pero también buen diseño: etiquetas bonitas, envases de vidrio grueso o lata… y muchas veces, historia detrás.

Este tipo de recuerdos no se quedan en una estantería: se abren, se comparten y se saborean. Y eso, al final, es lo más bonito que uno puede traer de un viaje.

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