Fava de Santorini: el alma cremosa de la cocina griega

En Grecia, cada isla guarda un sabor que la representa. En Santorini, ese sabor lleva siglos sirviéndose en las mesas blancas que miran al mar: la fava, una crema dorada elaborada con guisantes amarillos secos (no con habas, como muchos creen).

La fava es uno de los platos más antiguos de la gastronomía griega. Su historia se remonta a más de 3.500 años, cuando los minoicos ya cultivaban guisantes en las tierras volcánicas de la isla. El suelo rico en minerales y el clima seco de Santorini crearon las condiciones perfectas para esta legumbre, que con el tiempo se convirtió en una joya local protegida con Denominación de Origen (PDO Fava Santorinis).

Durante siglos fue la base humilde de la alimentación isleña, el plato que daba energía a los pescadores y campesinos. Pero también era parte de las celebraciones familiares, símbolo de abundancia y sencillez. En Grecia, todavía hoy se sirve tanto en las tabernas más tradicionales como en restaurantes contemporáneos que reinterpretan sus raíces.

El secreto está en la textura

La fava no es un puré, ni un hummus. Su textura es más fina, casi aterciopelada, y el sabor más delicado. Se prepara cociendo lentamente los guisantes amarillos con cebolla, laurel y abundante aceite de oliva griego hasta que todo se deshace y se transforma en una crema suave.

Se suele servir templada, acompañada de cebolla roja, alcaparras, limón y un chorrito extra de aceite. En algunas regiones se añade un toque de comino o se mezcla con puré de patata, pero en Santorini se mantiene fiel a la receta original: pocos ingredientes, máxima pureza.

Receta tradicional de Fava de Santorini

Ingredientes (para 4 personas)

  • 250 g de fava (guisantes amarillos partidos)

  • 1 cebolla grande picada

  • 1 hoja de laurel

  • 1 litro de agua

  • Sal marina

  • Aceite de oliva virgen extra griego

  • Zumo de medio limón

  • Para decorar: cebolla morada en rodajas finas, alcaparras y un toque de perejil fresco

Preparación

  1. Lava la fava bajo el grifo y ponla en una olla con el litro de agua y la hoja de laurel.

  2. Lleva a ebullición y retira la espuma que se forma en la superficie.

  3. Añade la cebolla picada y cocina a fuego lento unos 40-45 minutos, removiendo de vez en cuando.

  4. Cuando los guisantes estén muy tiernos y casi deshechos, añade sal, un buen chorro de aceite y el zumo de limón.

  5. Tritura hasta obtener una crema suave y deja reposar unos minutos antes de servir.

  6. Sirve con un poco más de aceite, cebolla morada, alcaparras y perejil.

Un sabor que une pasado y presente

Probar una buena fava es como viajar a Santorini sin moverse de la mesa: una mezcla de sencillez, historia y mar Egeo. En Grecia se come como entrante, acompañada de pan o pita caliente, y es ideal para compartir.

En Kuzina, nos gusta mantener viva esa tradición helénica que conecta generaciones y lugares. La fava de Santorini es un ejemplo perfecto de cómo la cocina griega combina ingredientes humildes con una identidad profunda.

Reservar
Siguiente
Siguiente

Nuestra historia contada por Valencia Plaza